PUNTA CANA. Hace 25 años, cuando Ramona Ozuna empezó a vender artesanía dominicana en la zona turística Verón-Punta Cana, sus principales clientes eran españoles. Esto se hacía en las inmediaciones de los hoteles Barceló, una de las primeras cadenas hoteleras en llegar a la zona. Ahora, sus compradores más fieles son los dominicanos residentes en el extranjero.
Ozuna dice que recorrió los mercados artesanales de Bibijagua, el hotel Bahía Príncipe, la plaza Higüeyana en Higüey y ahora Punta Blanca. La artesanía que vende proviene de distintas partes del país.
Ella siempre fue vendedora de tiendas pertenecientes a otras personas. Hace cinco años puso su tienda en la plaza Punta Blanca. Cuenta que su negocio le genera 2 mil dólares mensuales.
La venta de estos objetos es de suma importancia para el turismo, porque le impregna una imagen positiva a esta actividad. “La artesanía representa también parte de nuestra marca país, agrega valor a la economía y valor a los destinos turísticos”, dice Rafael Blanco, presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores).
¿CUÁNTO PRODUCE LA VENTA DE ARTESANÍA?
Este tipo de negocios en las zonas turísticas siempre ha sido rentable. Su comercialización deja grandes dividendos a quienes invierten en este renglón.
En el Distrito Municipal Turístico Verón-Punta Cana las tiendas pequeñas que mercadean estos objetos culturales producen mensualmente desde 2 mil hasta 25 mil dólares. Cabe destacar que estas cifras suben y bajan, dependiendo de la temporada
en la que se encuentre el turismo dominicano.
En las temporadas altas del turismo (octubre-marzo) arriban al país más de 3 millones de turistas. En las temporadas bajas (abril-septiembre) llegan poco más 2 millones, según cifras del Banco Central de la República Dominicana (BCRD).
Es importante destacar que el negocio artesanal genera millones de dólares anualmente al país. Según la Federación Dominicana de Artesanos y Organizaciones Afines (Fedarte), el comercio de las artesanías en la República Dominicana reporta US$410 millones al año. Datos registrados por esta entidad señalan que las joyas artesanales son las de mayor demanda, cuyas ventas superan los 380 millones de dólares al año.
CADENA DE COMERCIALIZACIÓN
En Punta Cana hay cinco plazas artesanales, cada una con cerca de 20 tiendas dedicadas a la venta de distintas mercancías. Esas tiendas le venden objetos alusivos a Punta Cana, como destino turístico, a los visitantes. Las mismas están ubicadas de manera estratégica, cerca de las playas y de los hoteles. Artesanía, impulso económico al turismo de Punta Cana – YouTube
Para la compra y venta de artesanías dominicanas, se crea una cadena. En el primer eslabón está quien hace las figuras, que es un artesano. Este elabora su trabajo con amor y paciencia, para luego entregarlo al segundo eslabón, un distribuidor.
Luego, esta mercancía llega a los vendedores, el tercer eslabón de esta cadena. Finalmente, termina en las manos de los visitantes nacionales y extranjeros que llegan hasta estas costas.
La turista Mónica Castronovo, proveniente de Argentina, dice que ella y su familia se llevan, como recuerdo de la República Dominicana, artesanías que compran en los gift shop (tiendas).
“Me llevo los cuadros, los típicos de colores y también los dorados y negros para distintos lugares de la casa. También llevamos las estatuas de los dioses y artesanías en piedra. Veladores y caracolitos. Tenemos un arsenal de cosas dominicanas”, relata
Castronovo.
Las artesanías que se venden en Verón-Punta Cana provienen de distintas partes del país. Algunas se producen en la misma provincia La Altagracia y el resto es localidades del Cibao.
Según datos del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (Prodominicana), en el 2021 las exportaciones de artesanías experimentaron un crecimiento de un 42% respecto el año 2020.
FERIAS EN HOTELES
El principal mercado para las ventas de artesanías son los turistas que viajan a Verón- Punta Cana. Estos provienen, en su mayoría, de Estados Unidos, Canadá, Europa (Italia, España, Francia y Alemania), Argentina y Chile.
Según Rafael Blanco, presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores), muchos hoteles acostumbran a realizar exhibiciones y exposiciones especiales de artesanía dominicana.
Blanco refiere que usualmente esas ventas y actividades se llevan a cabo a través de acuerdos con pequeñas y medianas empresas, grupos de artesanos, asociaciones o gremios. Explica que de común acuerdo con los hoteles y los gift shops o tiendas de
regalos ofrecen la venta de los productos al turista.
Los artesanos altagracianos explican que esas ferias se han desvirtuado. Dicen que son acaparadas por vendedores de artesanías y no por quienes las crean.
Jesica Reyes, presidenta de la Asociación de Artesanos Productores de La Altagracia, señala que “el sector turístico, principalmente, es como muy monopolizado. Gracias a Dios tenemos mercados donde nos han abierto las puertas”.
Reyes destaca que los artesanos entienden que esas personas (los vendedores) que están exponiendo sus productos en esos hoteles pagan una mesa y por ello reciben el beneficio de estar en esos lugares.
Felipe García, dueño de una tienda de artesanía en El Cortesito en Bávaro, manifiesta que antes, cuando se hablaba de las ferias artesanales, “era obligatorio exhibir por semana los productos dominicanos en los hoteles. Llegó un grupito que se dio cuenta
de que eso era un negocio y dañaron la feria”, afirma García.
Asegura que “ya eso no es una feria. Esas son tiendas dentro de los hoteles, pagando
cantidades de dinero”.
La artesanía representa también parte de nuestra marca país, agrega valor a la economía y valor a los destinos turísticos”, Rafael Blanco, presidente de Asonahores.
ARTESANOS
La Asociación de Artesanos Productores de La Altagracia agrupa a 50 trabajadores de esta rama. Cada día se van sumando más, pues están haciendo una labor de integración, buscando más miembros por pueblos y campos.
Dicha asociación es muy plural: cuentan con artesanos en todas las áreas. Tienen artistas del barro, del tejido, pintura, piel, macramé, muñecas en porcelana (que son muy vendidas a los turistas) orfebres y bisutería artesanal.
Uno de esos artesanos es Jovanny Rodríguez, quien proviene de San Cristóbal, pero lleva un año en la provincia La Altagracia. El que hace muñecas de porcelana fría para turistas desde hace ocho años.
Rodríguez y su esposa Rosamaría de Los Santo le venden artesanía a los hoteles y gif shop de la zona. Sus principales clientes son los hoteles Meliá, Majestic y la plaza Bella Mare.
Este artesano expresa que les vende mensualmente a los hoteles por debajo de las 100 piezas. Según Rodríguez, crean entre 500 y mil piezas mensualmente. De igual manera, sus ingresos promedian los 80 mil pesos al mes. Una sola pieza tiene un
precio de un dólar en adelante.
Dany Valerio Sosa lleva alrededor de 10 años trabajando la artesanía en Verón-Punta Cana. Hace básicamente magnetos de coco pintados a mano y cuadros.
Según este artesano lo más vendido es lo que contiene algo natural. Valerio opina que a los turistas les llama la atención lo local, que sea hecho en Punta Cana. Refiere que los clientes siempre andan buscando un regalo pequeño para llevar.
Valerio hace en promedio 50 figuras diarias. Su mercancía la ha vendido a clientes de la Isla Saona, Samaná, Bayahibe, Santo Domingo y en Bávaro. Su tienda, en El Cortesito, producía 25 mil pesos antes de la pandemia del covid-19y ahora disminuyó a 15 mil pesos.
atractivas para los turistas.