Cabeza de Toro. Cuenta la leyenda que hace muchos años se encontró en estas tierras la cabeza de un buey, por lo que los lugareños empezaron a llamar este espacio como Cabeza de Toro. Hoy es una comunidad de cientos de habitantes que viven de la pesca y la hotelería.
Otros dicen que desde el cielo se observa que dicha localidad, en su entrada tiene la forma de la cabeza de un toro.
Eleuterio del Rosario (Servido), quien vive en Cabeza de Toro desde el 1981, narra que a su llegada ya esta comunidad tenía ese nombre. Dice la historia se la contaron los primeros habitantes de esa localidad.
Historia
Una de las familias fundadoras de esa comunidad es la conformada por Argentina Bort y Rafael Ramírez (fallecido), quienes procrearon 17 hijos. Arribaron a Cabeza de Toro en diciembre de 1964, hace 59 años.
Esa familia se mudó porque el padre compró un terreno y se establecieron en dicho lugar. Según narra una de las hijas de ese matrimonio, al principio se vivía de la producción de carbón y de la pesca.
Cuentan que en aquella época habían muchas vacas sueltas y los pobladores eran muy escasos.
«Nuestro padre Rafael Ramírez, cuando llegó aquí exploró esta zona», dice uno de los hijos de Rafael Ramírez y Argentina Bort.
Rubén Dario Pimentel, presidente de la Junta de Vecinos de Cabeza de Toro, dijo que en esa comunidad viven 473 personas, que conforman alrededor de 180 familias.
