Punta Cana. Cuando Yelitza Colmenares enfermó se empeoró su situación. Ella se encontraba en el país sin seguro de salud, y además no había regularizado su estatus migratorio ante la Dirección General de Migración (DGM).
Colmenares es venezolana, pero reside en el Distrito Municipal Verón-Punta Cana. Llegó a República Dominicana igual que sus demás compatriotas, a buscar mejores oportunidades de trabajo y el sustento de su familia.
Hace alrededor de un año que Yelitza Colmenares empezó a sentirse aquejada de salud. Cuenta que al visitar el doctor le diagnosticaron que tenía un mioma. “Eso me fue creciendo y se me puso la barriga grande, como si estuviera embarazada”, narra.
Colmenares dice que en mayo del año pasado le empezó un sangrado, que no paraba. Dada esa situación, le indicaron varios estudios médicos. Tuvo que hacerse una biopsia y una serie de analíticas más. Ella pagó por cada proceso, porque no tenía un seguro de salud.
Debido a su condición económica Yelitza, ella debía acudir a centros de salud del nivel público. Todo su proceso tuvo un costo de 130 mil pesos. Cabe destacar que mientras ella atravesaba esa situación, estaba laborando en un centro de embellecimiento de uñas. Los pagos que ella recibía por su trabajo eran diarios, según la cantidad de clientes que recibía.
UN LARGO PROCESO Y SOLA
Yelitza Colmenares vivió este calvario prácticamente sola. Su hijo, menor de edad, era la única persona de su familia que estaba con ella en este país. Casi todos los estudios y procedimientos se le realizaron a Yelitza en la ciudad de Santo Domingo. Allí pasó varios meses. Vivió en casa de unos amigos venezolanos.
Se trasladaba tanto a hospitales como a clínicas, buscando abaratar los costos de los estudios indicados. Luego de varios meses de tratamientos, analíticas y demás, Yelitza fue operada. “Yo pasé demasiado trabajo, demasiado, demasiado”, refiere Yelitza.
La situación que vivió esta venezolana se repite en cada uno de los extranjeros. Sus condiciones económicas y estatus legal no les permite acceder a seguros de salud.
Julissa es una haitiana que reside en Verón-Punta Cana. Varias veces a la semana ella acompaña al médico a una de sus vecinas que no habla español. Ambas van a la Unidad de Atención Primaria de Verón (UNAP). Ninguna de las dos tiene seguro médico.
Dice que, para su vecina, que está embarazada, hacerse una sonografía debe pagar 500 pesos. Señala que los análisis de sangre le salen por alrededor de 2mil pesos.
POSIBILIDAD DE UN SEGURO
Este medio contactó a una de las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) para consultar los requisitos que debía cumplir un extranjero para acceder a un seguro de salud. La respuesta de esa ARS indica que el extranjero debe contar con su pasaporte, una tarjeta de crédito o una cuenta en un banco dominicano.
Adicional a lo antes descrito, el extranjero también debe tener disponible la primera cuota a pagar. Dada la informalidad en los trabajos que tienen los extranjeros con estatus irregular en esta localidad, no cuentan con las facilidades para afiliarse a una ARS.
Por la falta de un seguro de salud, los extranjeros se ven en la obligación de ir a centros públicos. En la UNAP de Verón, el 50 por ciento de la población que recibe asistencia es de nacionalidad haitiana, según datos suministrados por el director de ese centro de salud, el doctor Josep Amarante.
Amarante manifiesta que, en el mes de abril pasado, la UNAP de Verón ofreció 1,075 consultas, de las cuales 651 fue a extranjeros haitianos.
MUERTES
Verón-Punta Cana no tiene un hospital. Aquí funcionan tres Unidades de Atención Primaria (UNAP), una en Verón, Bávaro y en La Ceiba de El Salado.
Las emergencias y atenciones mayores deben ser atendidas en centros de salud privados. Todo se complica cuando los pacientes no están afiliados a un seguro de salud. Las clínicas no atienden a personas sin este requisito, al menos que ellos paguen por los servicios de salud.
El pasado 27 de junio el venezolano Lonnie Loniel Camacho Oropeza perdió la vida. Tuvo un accidente de tránsito en el sector Los Manantiales en Verón-Punta Cana. El joven de 24 años falleció en el hospital de Higüey.
Camacho al igual que otras personas, probablemente, murió por la falta de un hospital en Verón. A esto se le suma la falta de un seguro de salud que pudiera cubrir sus atenciones en una clínica.
Los centros de salud a nivel público se encuentran abarrotados de extranjeros. La falta de seguros de salud en estas poblaciones hace que acudan a los servicios públicos, por tener menores costos.
CIFRAS
La República Dominicana no tiene cifras actualizadas y exactas de la cantidad de extranjeros que se quedan de forma irregular en el país. Según la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI 2012), para ese año había un total de 524,632 personas que residían en el país, pero que habían nacido en el extranjero. Esa cifra equivalía al 5.4% de la población nacional de ese año. En total 458,233 de esas personas habían nacido en Haití.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) la República Dominicana acoge el mayor número de refugiados y migrantes venezolanos en la subregión del Caribe (114, 000 en total). Se tenía previsto que, para diciembre de 2021, este número llegara a las 121,000 personas. Actualmente con el Plan de Normalización para Venezolanos se han regularizado más de 42 mil de ellos.
