Hay un video circulando en las redes sociales, donde se observa a la autoridad policial discutir con un vendedor ambulante en la Playa de Bávaro. Este tipo de actuaciones no pueden permitirse en la demarcación turística. Se debe ejercer la autoridad con respeto a los derechos humanos pero también los vendedores de las playas deben organizarse, respetando los lineamientos y las leyes. El país no se puede volver un «bochinche».
Bávaro, Punta Cana.- En el año 2020, cuando la economía mundial fue severamente afectada por la pandemia, el turismo no solo peligró, sino que el impacto para la economía del país fue muy alto, por ser nuestra principal industria.
En este año, el flujo turístico se incrementó y hemos logrado en marzo una meta que parecía imposible. Al país ingresaron 263.857 turistas, cifra que nos posiciona como ejemplo mundial de recuperación en el sector turismo.
El sábado 27 de marzo, recibimos más de 16.000 turistas en la República Dominicana, siendo un día histórico, como el de mayor número registrado en la actualidad desde el inicio de la pandemia.
Pero hay otra realidad que debemos concientizar; cada empresa, cada asociación, cada ciudadano. No es para nadie un secreto los problemas que se han suscitado entre los taxistas y Uber, pudiendo perjudicar esto si no se controla, gravemente al turismo. Con un solo turista lesionado, es suficiente para formar una matriz de opinión negativa hacia nuestro país y perjudicar el trabajo que se ha logrado en materia de turismo.
Ahora se está abriendo otro frente de batalla, los vendedores ambulantes de las playas y las autoridades del orden público. No permitamos que avancen estas prácticas dañinas. Las autoridades tienen el papel protagónico. Debe imperar la ley. No se puede permitir otro enfrentamiento más. La demarcación turística no se puede convertir en un sitio donde cada quien hace lo que le parece, sin respetar el ordenamiento jurídico.
Como dijo el presidente y CEO del Grupo Puntacana, Frank Rainieri: “No matemos la Gallina de los Huevos de Oro”.
