Punta Cana. El presidente de la Federación Dominicana de Artesanos y Organizaciones Afines (Fedarte), Pedro Castro, reveló que solamente el 40 por ciento de la artesanía que se comercializa en República Dominicana se produce en este país. El restante 60 por ciento de esa mercancía que adquieren generalmente los turistas, es importada de países como China y la India.
El presidente de Fedearte refiere que “sin ayuda del Estado no podríamos suplir el mercado de artesanía”. Esto porque según manifiesta los artesanos no cuentan con condiciones, financiamientos y posibilidades para hacer grandes producciones que abastezcan la demanda.
Según Castro, en el país hay un total de 10 mil artesanos, entre asociados e independientes. Pero en Fedearte hay aproximadamente 5 mil agrupados en 62 asociaciones.
SUPLIDORES Y VENDEDORES
El Reglamento 2123 Para las Tiendas de Regalos, emitido el 13 de julio del 1984 durante el gobierno de Salvador Jorge Blanco, en su artículo 7, establece que en las tiendas de ventas de artesanías la mercancía deberá ser de un 90% manufactura dominicana.
Ese mismo reglamento establece que es el Ministerio de Turismo que debe velar porque lo antes establecido se cumpla.
Almacenes El Frutal es un importador, fabricante y distribuidor de artesanías para tiendas o gift shop en La Altagracia. Alberto Abreu, CEO administrativo de Almacenes El Frutal, afirma que “los productos importados de artesanía son mayores que los fabricados aquí en República Dominicana, por la capacidad de la demanda”.
Según Abreu ellos tienen una demanda alta y no hay variedad ni capacidad de producir en altas cantidades en el país. Refiere que esas circunstancias los invita a importar mercancía para poder cubrir el mercado de la cantidad de turistas que llegan año tras año al país.
Abreu dice que en 2005 las artesanías que se vendían en las tiendas y gift shop era un 80 por ciento importada y el 20 restante era de origen dominicano. Señala que hoy en día el porcentaje se maneja 50 por ciento importado y 50 por ciento dominicano.
Mayra Pérez, dueña de una tienda de artesanía en Plaza Bávaro, resalta que la artesanía que se vende en esta localidad es por lo menos la mitad fabricada en otros países “y cuidado si un poquito más”.
Justo Rodríguez, dueño de una tienda de artesanía en Plaza Uvero Alto, refiere que algunas de las artesanías que el vende son dominicanas, pero que la mayoría son de otros países.
“Muy pocas cosas se hacen aquí en República Dominicana, la mayoría vienen de para allá”, argumenta Rodríguez.
ORIGEN
Las artesanías que se comercializan en las tiendas de Verón-Punta Cana son provenientes, además del interior del país, de países como China, Indonesia, México, Perú, Colombia, Ecuador, entre otros.
Las empresas importadoras hacen pedidos especiales con el nombre de Punta Cana y de República Dominicana. Las figuras las solicitan con imágenes alusivas que hace que el turista las vea más atractiva.
Las figuras hechas en cerámica y en porcelana son provenientes de China, las hamacas y las maracas son hechas en Ecuador, y las artesanías en piel son de Colombia.
En 2011 se publicó un estudio revelador sobre el Perfil de la artesanía dominicana que denota las falencias que aun prevalecen en el sector artesano de este país. El escrito fue hecho por la Gerencia Investigación de Mercados Sub-Gerencia de Estadísticas Dominicana Exporta y el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana.
Según esa publicación el Estado no ha podido coordinar y ejecutar programas efectivos de entrenamiento, financiamiento y mercadeo, para asistir a grupos de artesanos, que enfrentan condiciones tan desfavorables.
Una de las posibles soluciones ante esa problemática, que presentase estudio, es la unificación de las diferentes dependencias de la Secretaria de Estado de Cultura (hoy Ministerio de Cultura) para que así una sola institución trate con los temas de interés concerniente a este sector.
El estudio también desglosa que el negocio dominicano de la artesanía es mayormente informal. Dice que muchos de los artesanos no tienen una producción regular durante todo el año, con lo cual el registro de esta actividad es escaso.
Destaca que los artesanos no se ven obligados a pagar los impuestos establecidos a la actividad productiva. En consecuencia, no aprovechan los acuerdos preferenciales y de libre comercio suscriptos por el Estado dominicano con otros países.
El estudio refiere que el aspecto financiero conforma un factor crucial para el desarrollo del sector artesanal. Dice que casi la totalidad de la artesanía dominicana se elabora en pequeñas y medianas empresas, con lo cual este subsector adolece de las carencias financieras que caracterizan a empresas así calificadas
ARTESANOS EXCLUIDOS
La falta de oportunidades para producir en grandes cantidades mantiene a muchos de los artesanos dominicanos excluidos del mercado que representa la venta de artesanías a turistas.
Uno de estos casos es el de Virginia Guerrero, una artesana de Higüey. Ella tiene un proyecto llamado ‘Los cuchitos’ en el que desarrolla la pintura en piedras.
Virginia estampa con frases e imágenes piedras pequeñas. También escribe frases en madera para colocar como decoración en las casas.
Hasta ahora su clientela son sus vecinos, amigos y familiares. Virginia también participa de bazares en distintas partes de la provincia La Altagracia. Ella no ha podido colocar su trabajo en mercados que vendan a los turistas que visitan esta media isla.
Raquel Caraballo hace mariposas en metal. Ella vive en la comunidad de Santana en Higüey. Su trabajo tampoco ha podido llegar a los mercados artesanales.
Caraballo lleva más de 20 años haciendo esas mariposas. Las mismas han viajado a países como Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico, a través de personas que se las encargan para obsequiarlas.
Refiere que le gustaría que alguna tienda de artesanía o gift shop se interesara en su trabajo. “Me gustaría que esto pudiera llegar al mercado turístico. Estas mariposas son manejables para cargarlas”, explica.
