Bávaro. El 30 de mayo se firmó un acuerdo que ordenaba el cierre definitivo e inmediato del vertedero de Guiri Gui. Dos meses después ese botadero de basura se encuentra más activo que nunca.
El hedor a basura descompuesta, los montones de desechos y la gran cantidad de busos siguen predominando en el lugar. Ese vertedero forma parte de los 96 que la Dirección General de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia (Propeep) estaba interviniendo.
Hace unos meses atrás Guiri Gui estaba en mejores condiciones. El hedor había disminuido y la basura se había sepultado. El cambio que el vertedero dio ha sido ‘del cielo a la tierra’.
Todo lo que en ese momento se avanzó ya no se observa. Se recuerda que el ministro encargado de Propeep, Neney Cabrera, firmó el convenio con el alcalde de Higüey, Rafael Barón Duluc y el director del Distrito Municipal Verón-Punta Cana, Ramón Antonio Ramírez (Manolito).
En el acuerdo se anunció el cierre definitivo del vertedero a cielo abierto. Este destino final de la basura lleva más de 20 años operando en Verón-Punta Cana. Ha causado problemas medioambientales y dificultado el turismo por la humareda que causaba.
Con el cierre del botadero, la basura que se produce en Verón-Punta Cana debía ser trasladada a la estación de pesaje de residuos sólidos del vertedero de Higüey. La misma se inauguró a principios de junio por el Gobierno, a través de Propeep. En la misma se invirtió RD$49.7 millones.
Con este acuerdo, el Distrito Municipal de Verón-Punta Cana debía trabajar de manera coordinada con Propeep para lograr el cierre técnico y clausura definitiva del vertedero a cielo abierto. De esa manera debían cesar de inmediato el vertido de desechos en ese lugar.
La alcaldía de Higüey se comprometió a recibir en el vertedero de esa demarcación los residuos sólidos que produce en el Distrito Municipal Verón-Punta Cana. También coordinar con la logística para la recepción de los desechos y suplir el personal y equipos para la recibirlos.