Verón. La palabra “hater” hace referencia a un término muy utilizado actualmente por los usuarios en las redes sociales para denominar a aquellas personas que difaman, desprecian o critican destructivamente a una persona, entidad y causas poco racionales tan sólo por el acto de difamar o por envidia.
Producto de estos actos es normal ver discusiones entre la persona odiadora como también la llaman y los demás usuarios que defienden a quien ataque el hater, muchas de las veces son discusiones acaloradas donde se ofenden el uno al otro con palabras hirientes y hasta amenazas hacen, a pesar de que no pasan de problemas virtuales.
Estos difunden insultos de una forma alegre cuando no comparten la opinión de algo o alguien. De igual modo, buscan expandir sus opiniones negativas y atacar a una persona o una idea en todo momento. Escriben comentarios de todo tipo con la intención de crear un conflicto, generar polémica o sencillamente llamar la atención con el único objetivo de entretenerse.
Otros que también son llamados “hater payasos” que buscan llamar la atención con sus comentarios graciosos y a veces irrespetuosos. Sin embargo, pueden ser inofensivos si no se meten con nadie, quedando todo en anécdotas humorísticas.
De igual forma, muchas de las veces estos comentan en las publicaciones desde cuentas falsas y de esta forma ocultan su identidad.
Se dice que la verdadera intención de algunos de este último mencionado es idear el meme perfecto para conseguir un gran número de likes, que se viralice y lograr así ser el centro de atención, buscando en última instancia el prestigio social.
Por otro lado, según la historia, el comportamiento de esas personas desconocidas que se encuentran detrás de un aparato electrónico existe desde la antigüedad. Muchas figuras públicas como filósofos, arquitectos o músicos que atraían la atención y admiración de su comunidad se ganaban también el odio o el desprecio de ciertas personas.
A diferencia de la gente a la que meramente no le gustaban las obras de las celebridades o simplemente no les importaban, los odiadores de aquellas épocas se encargaban de difamar o destruir la reputación y el valor que la comunidad le daba a dichas figuras públicas.
