Punta Cana. Macao es conocido por su playa de oleaje fuerte y sus restaurantes. Pero a poca distancia de este pueblo de pescadores se encuentra Boca de Anamuya, un brazo del río Anamuya que desemboca en el mar Caribe.
Aunque no es conocida por muchos, esta zona ya es visitada por decenas de familias los fines de semana. Los lugareños dicen que hay días en los que van poco más de 50 personas, a pasar un tiempo agradable en familia.
Sus aguas son poco profundas y cuentan con una diversidad de cangrejos que salen a pasear en la arena. El camino que lleva al lugar es de tierra y actualmente está lleno de hoyos.
La conexión de este río con el mar, se da justo en la playa Macao. Allí se observa cómo el agua cambia de un lado al otro.
Las rocas unidas a los manglares forman estructuras altas al final del río. Sus orillas evocan una mezcla impresionante de arena de río y mar. Los caracoles y troncos convierten el espacio en ideal para la relajación y el esparcimiento.
Las personas que viven en este lugar conocen el espacio como Boca de Macao y Boca de Anamuya. La realidad es que forma parte del río Anamuya, que nace en la comunidad del mismo nombre, a pocos kilómetros de Higüey, provincia La Altagracia.
Altagracia Solimán, dueña de un colmado y residente en Macao, dice que a ese lugar le llaman la Boca de Anamuya, porque cada cierto tiempo el mar y el río se juntan ahí. “Desde que pasan dos o tres cuaresmas se dividen”, refiere.
Según Solimán el río es muy visitado. Ella dice que los negocios no se han movido hacia esa área porque no es igual que la playa Macao, donde el movimiento es constante.
Altagracia Solimán, quien tiene 79 años, nació y creció en la localidad de Macao. Comenta que actualmente esa parte del río es patrullada por las autoridades, porque desde ahí se orquestaron varios viajes ilegales hacia la vecina isla de Puerto Rico.
“Siempre los agarraban afuera, al montarse en la lancha. Pero ya por ahí no se va nadie”, destaca Solimán.